lunes, 29 de abril de 2013

Sueño de una madrugada de Verano

Yo y un vestido blanco y plateado hecho de estrellas. Lágrimas en los ojos. Sensación de nerviosismo en el estómago. Mi mirada se impacienta. Treinta personas te buscan. Hay una mesa con platos y un mantel violeta. Te mando un sms. Respondes. Tu mirada aparece frente a la mía. Llevas una llave en la mano. Una llave dorada y antigua con un diamante en uno de sus dientes. Sé lo que abre. Me besas. Despierto. No estás. Ni vestido, ni mesa, ni tú. No hay nada. No me queda nada.