martes, 21 de mayo de 2013

Otro Campo Minado Llamado Amor (Parte VII): Aurora de Prisión

Montones de hueso y ceniza convirtiéndose en cristal por mis soplidos agónicos pero llenos de vida, porque estoy gravemente herida. Rugen mis dientes de dolor y mis ojos son ahuecados por el sufrimiento de la luz del sol. Caen las lágrimas al suelo creando fuego. La cadena al cuello me arde, hace que estalle mi sangre. Gritos, dolor y espanto; ni siquiera atisbo a ver el cielo azul cobalto. Dejad esta triste tortura, dejad de tratarme como basura. Vamos de lado a lado en esta empedrada calle, siendo yo vigilada por tus venenosos valles.