martes, 16 de abril de 2013

Espalda abierta

Lloras sin saber que decir. Soy una vergüenza marcada en tu piel. Actúas como si no tuvieses nada que ver conmigo y me rompes un poquito más. Me abres la espalda con heridas y viertes sal sobre ellas, más dolor aún. A caprichos de nadie no voy a estar, no eres el mismo de hace unos meses. Has cambiado, tirando tu cariño y tu anillo a un abismo. ¿Qué te pasa conmigo? ¿Qué quieres de mí?