martes, 16 de abril de 2013

Adicción histórica

Arde mi nariz pequeña, con mi incertidumbre cierta acabas llenando de flechas mis esperanzas. ¿A qué juegas? Pensé que habías madurado, pero esa cabecita tuya sigue estando llena de aire, fauna y revoluciones. Vuelve al presente de una vez. No eres Lenin. Tú solo no vas a cambiar el mundo.
Sufres adicción histórica y eso con lleva mi pérdida, deja de masturbarte pensando en ella y acuérdate un poco de mi erótica mirada gélida.