Clavas dagas para destruir mi sino
en mi pecho, en mis intestinos.
A golpes vas abriendo camino;
calculador y frío eres, enemigo.
Mas mi mundo utopía ha sido
en la que cualquier caballero
sin armadura fue bienvenido.
Me haces vomitar en un fregadero,
me has llenado de alcohol y dinero,
pero no te creo, eres otro embustero.
Con tus mentiras me has llenado,
con estos sentimientos me has avergonzado,
tus promesas has profanado,
me prometiste un beso y me has abandonado.
Has huido, has escogido el camino errado,
mas yo, novia de negro y cadáver,
aún no he fracasado, sigo a ese tiempo esperado.
Y cuando tus alforjas vacías puedas ver,
cuando llegues al callejón sin salida
alcanzarás la vida a comprender.