lunes, 24 de junio de 2013

La sociedad está podrida

La sociedad está podrida: el dinero es lo único que importa, el sexo ha perdido sentido y nos hemos convertido en máquinas que fingen sentimientos para obtener beneficios. El miedo y la muerte campan a sus anchas por las calles grises de la ciudad, otro engendro contaminando la empobrecida mentalidad ciudadana. Tu casa, tu trabajo, tus amigos, tu música que tanto te gusta, tu vida... todo tiene precio, le ponen precio a nuestras cabezas como al ganado. La televisión cantando nanas a nuestro cerebro desde pequeños para adormecerlo y para creer cuanto la maldita pantalla diga; nosotros le hemos dado ese complejo de mesías. Las persecuciones ideológicas y las cazas de brujas no son tan lejanas a nuestros días; las religiones asentadas en las cúpulas sociales son hipócritas pues buscan la paz pero patrocinan la guerra y ven enemigos donde no les hay, pero quien tiene la palabra decisiva son sus textos sagrados malinterpretados, a los que se aferran una y otra vez como excusas. El premiar la ignorancia debería de parecer algo repulsivo a todo el mundo; sin educación eres más fácil de manipular. Pero somos tan confiados y pasivos... Acabamos creyendo lo que dicen los políticos corruptos porque es más sencillo que levantarse del sofá y salir a la calle a luchar por tus derechos robados.

A veces desearía gritar con toda mi alma lo mal que está la sociedad, la sociedad tiene un cáncer incurable e imposible de extirpar si no cambia su mentalidad actual. Quemar todos los periódicos que cuentan mentiras y maquillan las verdades, la falta de información y formación abunda. Hemos dejado a un lado los valores humanos y nos hemos prostituido por dinero; hemos prostituido nuestros actos, sentimientos y trabajo por dinero.