jueves, 18 de abril de 2013

Crítica de 'Paramore'

Los de Tennessee han vuelto a la carretera con un nuevo disco homónimo, publicado el pasado 9 de abril. Tras la pérdida de dos de sus miembros originales -los hermanos Farro, para aquellos que no los conozcan, antiguos guitarrista y batería-, Paramore se decidió por experimentar e intentar encontrar su propio sonido, lo cual ha resultado con un buen sabor de boca.

He esperado a ver la reacción de los fans -yo me incluyo en la categoría-, y ha habido de todo, desde acusaciones de "vendidos" hasta alabanzas de ser el mejor álbum que han hecho en su corta carrera, yo creo que ni tanto ni tan poco de ello.

Paramore nos ha sorprendido con un sonido más pop -a mí me ha llegado a recordar al primer álbum que sacaron allá por el 2005, All We Know Is Falling-, algo que ya se veía venir tras oír el EP salido este verano [Paramore Singles Club/3 Tracks Bonus]; pero no por ello la banda ha dejado amilanarse en este nuevo álbum, Williams se ha seguido luciendo con su voz y sus letras, y se puede apreciar más las aportaciones del resto del grupo.

Como ya he dicho, el sonido de este nuevo álbum es más pop y sus letras más alegres que su antecesor Brand New Eyes, los chicos han afrontado esa dura etapa de pérdida y nos han dejado positividad. Muchos han afirmado que Paramore ha perdido esencia y que ya no es lo que eran, pero en mi opinión esas personas se han equivocado: esto ha sido una etapa de experimentación y búsqueda de la que han obtenido un buen resultado y creo que hacer el mismo disco dos veces, no tiene sentido. Un disco para cada momento, por favor. Repasemos el tracklist.

El inicio del álbum comienza con "Fast In My Car", la cuál me recuerda mucho a algunas canciones de los aclamados Jimmy Eat World, divertida y con tintes electrónicos. La ya aclamada y sorprendente "Now" llega llena de energía infundada por la potencia vocal de Hayley; es de esas canciones explosivas que no olvidas. Continuamos con "Grow Up", llena de buen rollo y bastante pegadiza. Le sigue "Daydreaming", la cuál fue la primera canción escrita para este disco, una canción que en mi opinión, comienza siendo muy sensible hasta que llega el estribillo con ese "Daydreaming all the time..." lleno de fuerza; una canción llena de optimismo en sus estribillos. Continuemos con el primer interludio que encontramos en el álbum (el primero de tres, gran novedad en el grupo), "Interlude: Moving On", con ese sonido indie que nunca habíamos oído en ellos. Este primer interludio en especial me recuerda a aquellas canciones que oíamos en las películas de los años 40, que, aunque dada su corta duración (minuto y medio aproximadamente), es increíblemente sorprendente y muy diferente a todo lo que han hecho.



Continuamos con "Ain't It Fun", una canción que está en boca de todos. ¿El motivo? El gospel que han añadido hacia la mitad de la canción (a partir del minuto 02.15, aprox.) -y que vuelve a aparecer hacia el final-, al que sin duda, os acabaréis uniendo. Seguimos con "Part II", una de las canciones más cañeras que tiene el disco (y en mi opinión, la mejor del álbum) y que sin duda alguna recuerda a Riot!, ¿el por qué? Part II es la segunda parte de la aclamada Let The Flames Begin, recogida en el álbum ya citado. El inicio comparte unos versos de su predecesora (what a shame we all remain such fragile broken things...) y los "Oh, glory" que dan paso a la introducción del estribillo. Tras la explosión musical que surge en el minuto 02.30 -no sé vosotros, pero a mí me recuerda también al outro del directo de "Let The Flames Begin"-, aparece de manera sorprendente el outro que utilizaban para los directos de su anterior canción "Monster". Seguimos con "Last Hope", una balada que nada tiene que envidiar a la exitosa "The Only Exception", cinco minutos llenos de la delicadeza de Williams. Continuémos con el nuevo single, "Still Into You", tres minutos y medio llenos de alegría, ritmos pegadizos y una letra preciosa que ha desatado, en parte, polémica: ¿la canción está dirigida a Chad Gilbert o a Josh Farro? Saquen sus propias conclusiones. "Anklebiters", dos escasos minutos llenos de energía pura y dura que recuerdan a su anterior trabajo Brand New Eyes y que no dejarán indiferente a nadie. El segundo interludio ocupa el puesto número once en el tracklist, "Interlude: Holiday", la cual es mi favorita de los tres interludios y que sigue la misma línea que "Moving On". Esta la compuso Williams con ayuda de Jeremy Davis. 

Seguimos con "Proof", otros tres minutos que recuerdan a sus anteriores trabajos y llenos de energía. "Hate To See Your Heart Break", cinco minutos delicados y lentos, llenos de dulzura y sentimientos de la mano de Hayley. "(One Of Those) Crazy Girls" tiene algo familiar que recuerda a tener que crecer como persona, acaba recordando a aquellos grupos de los '60, echadle un ojo al solo, creo que no soy la única a la que le recuerda a los inolvidables Weezer. El último interludio hace su aparición, "Interlude: I'm Not Angry Anymore", este ni siquiera llega al minuto, pero creo que a todos nos ha encantado el toque del ukelele a lo largo de los tres interludios.

Llegamos ya al último bloque del álbum, encabezado por "Be Alone", tres minutos y medio que no decepcionan y que al igual que otras canciones del disco, recuerdan a sus anteriores trabajos. "Future", una balada de ocho minutos en la que la voz de Williams es casi un susurro hasta que llegas al minuto tres y surge otro estallido musical -a modo de despedida- de unos cuatro minutos de duración.

Ya que estamos, quería hablaros de los bonus tracks de este álbum. "Escape Route" os encantará si os gustó su etapa de rock alternativo, aseguro que no dejará indiferente a nadie."Native Tongue" me recuerda a "Where The Lines Overlap", tres minutos en el que puedes apreciar su evolución en estos últimos cuatro años.

En mi opinión el álbum tiene un 7/10 siendo objetiva, recordad que estos chicos han tenido que crecer y que ya no son los mismos niños que hicieron All We Know Is Falling y Riot!

Este ha sido un disco de experimentación en el que se han encontrado a ellos mismos y en el que tienen un repertorio muy diverso, y como decía Williams, una de las mejores decisiones de 2013. El álbum tiene mérito tras todo lo que han tenido que vivir y afrontar los de Tennessee, ¡desperdicio alguno no tiene!