jueves, 7 de marzo de 2013

3 Minutos

Oigo el tañido de tu dolor en mi pecho y no quiero verlo, pero estos ojos me obligan a ello, no encuentro remedio. No se que melodía componer para que te siente bien, intento hacerte feliz mientras ardo en el averno, recompongo mi vida a escondidas para que no te preocupes ni pizca, intento estar tranquila pues sólo quedan tres minutos de lágrimas para perder nuestros sueños, un hogar inexistente y encontrar a la soledad que tanto nos asusta.